El ransomware es una amenaza creciente que afecta a empresas de todos los tamaños. Detectarlo a tiempo es clave para evitar pérdidas de información y daños operativos.
Para identificar un posible ataque, se deben observar señales como archivos con extensiones extrañas, documentos que ya no se abren, lentitud del sistema, tráfico de red inusual o herramientas de seguridad desactivadas.
Si se detecta un posible ataque, lo más importante es desconectar el equipo afectado de la red, informar al área de seguridad y no mover archivos para evitar la propagación del malware.
Como medidas preventivas, se recomienda mantener los sistemas actualizados, limitar accesos, usar soluciones de seguridad en los endpoints, realizar respaldos frecuentes y capacitar al personal sobre riesgos como el phishing.
El uso de herramientas como un SIEM (Sistema de Gestión de Eventos e Información de Seguridad) ayuda a detectar comportamientos sospechosos en tiempo real, complementando otras soluciones como la protección multicapa contra ransomware.